«Pavlov midió las reacciones de salivación a la comida en el hocico,» y manejó a los perros a actuar según sus experimentos. Pavlov estudió muchos otros aprendizajes, tanto en animales como en seres humanos, incluyendo lo que se denominó la inducción de «neurosis experimental».
Los servicios de inteligencia de la unión soviética heredaron los conocimientos derivados de las investigaciones de Pavlov.
El sistema centralizado de manejo de la información en manos de los servicios de inteligencia permitió en los países comunistas manipular a la población y de esta manera neurotizar cualquier impulso hacia la protesta que pudiera derivar en levantamientos populares y sublevaciones.
En la Unión Soviética y en los demás países controlados por sistemas comunistas o derivados de la Unión Soviética, el sistema de gobierno se volvió estable. La población fue manejada como un rebaño de perros de Pavlov.
En Venezuela cada día más los sistemas de información se han centralizado, las alternativas de informarse están limitadas, este año fueron cerradas más de un centenar de emisoras de radio y periódicos, unos que apenas podían imprimir su ediciones ahora han cambiado de diarios a semanarios y los semanarios de han ido a la edición digital.
Todas la empresas están en manos del Estado y las empresas privadas están arrinconadas con una serie de leyes y disposiciones arbitrarias y la intrusión militar y de colectivos paramilitares.
Este aparataje es el que permite la neurotización de una sociedad hasta hacerla inhábil de protestar y a la larga de sustituir al sistema opresivo.
En estas condiciones de creciente totalitarismo pavloviano, resulta sorprendente las recomendaciones de políticas como el jefe de las Naciones Unidas Guterrez de recomendar el diálogo entre una oposición enjaulada en un país científicamente neurotizado por el totalitarismo.
Venezuela se vuelve más un laboratorio de Pavlov con sus ciudadanos neurotizados según las prácticas asesoradas por el G2 cubano y el totalitarismo de la Unión Soviética. Se requiere poner fin al acondicionamiento social como a los perros de Pavlov.