Maduro sigue el socialismo marxista. Este socialismo se adorna con muchas ideas bonitas y expectativas de mejoras sociales, sin embargo, el quid del marxismo es la acusación contra el empresario de ser un ser improductivo, de ser un parásito, lo cual está especificado por Carlos Marx en su libro esencial «El Capital» . Lo esencial del socialismo de Maduro es ir contra el empresario y mantener eso como su rumbo fundamental. Para el empresario pone impuestos, limitaciones de todo tipo, control de precios, control de la distribución, control de cambios, además de las limitaciones impuestas por inspiración de los mandos menores, peajes en las alcabalas e impuestos municipales y locales. Esto es en su esencia el socialismo. Esto causa una caída de la producción y escasez, y luego las secuelas de la inflación y la distribución caótica de los productos.
El gobierno se dedica a tomar medidas que no solucionan el problema de los impedimentos al productor, problemas que son inherentes al socialismo marxista. El gobierno de Maduro es socialista marxista y como el mal proviene del socialismo marxista, empiezan a tomar medidas de distinta clase y origen que empeoran las cosas la mayoría de las veces, porque no quieren reconocer el fracaso el socialismo marxista, la persecución del productor.